Correo Electrónico: Mail: Manuel.apablaza.l@gmail.com
sábado, 18 de agosto de 2018
domingo, 6 de diciembre de 2009
jueves, 20 de agosto de 2009
VIÑA DEL MAR, Agosto 2009
CARTA CIRCULAR
Estimados amigos (as):
Tenemos el agrado de poner en su conocimiento que nuestro movimiento político “LA VOZ DE CHILE” conformado por los Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Dueñas de Casa, Trabajadores, Jóvenes, y Estudiantes de todo el país estamos en plena campaña de unidad, participación.
El pensamiento y principios de nuestro movimiento político “LA VOZ DE CHILE”, teniendo como base principal los 1.510.748 pensionados y montepíadas que conformamos este grupo social, y si incluimos nuestros familiares sumamos 5.000.000 de votos suficiente para apoyar nuestros propios candidatos independientes para el cargo de Diputados y Senadores en las próximas elecciones parlamentarias.
Esta es la única manera que los “Viejos tengamos voz” y dejar de pertenecer al “Batallón de los olvidados”, por otra parte le informamos a Ustedes, que los inscritos en el Registro Electoral son 8.725.868 personas aproximadamente con derecho a voto a nivel nacional.
Finalmente, le solicitamos a Ustedes fortalecer esta unidad, ¡SI NO HAY UNIDAD NO HAY FUERZA!
Saluda atentamente a Ustedes
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
DIRECCION:
Correo Electrónico: manuel.apablaza.l @ gmail.com
CARTA CIRCULAR
Estimados amigos (as):
Tenemos el agrado de poner en su conocimiento que nuestro movimiento político “LA VOZ DE CHILE” conformado por los Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Dueñas de Casa, Trabajadores, Jóvenes, y Estudiantes de todo el país estamos en plena campaña de unidad, participación.
El pensamiento y principios de nuestro movimiento político “LA VOZ DE CHILE”, teniendo como base principal los 1.510.748 pensionados y montepíadas que conformamos este grupo social, y si incluimos nuestros familiares sumamos 5.000.000 de votos suficiente para apoyar nuestros propios candidatos independientes para el cargo de Diputados y Senadores en las próximas elecciones parlamentarias.
Esta es la única manera que los “Viejos tengamos voz” y dejar de pertenecer al “Batallón de los olvidados”, por otra parte le informamos a Ustedes, que los inscritos en el Registro Electoral son 8.725.868 personas aproximadamente con derecho a voto a nivel nacional.
Finalmente, le solicitamos a Ustedes fortalecer esta unidad, ¡SI NO HAY UNIDAD NO HAY FUERZA!
Saluda atentamente a Ustedes
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
DIRECCION:
Correo Electrónico: manuel.apablaza.l @ gmail.com
viernes, 24 de julio de 2009
VIÑA DEL MAR, 21 de Junio de 2009.-
MOVIMIENTO POLITICO
“LA VOZ DE CHILE”
BOLETIN Nº l/AÑO 2009
Señores:
En primer término, celebramos tener la inmensa satisfacción de poder saludar a todas las personas que en estos momentos apoyan nuestro movimiento en todo el territorio de nuestro país. Lo celebramos, señores, porque nuestras fuerzas se unieron para constituir NUESTRO MOVIMIENTO “LA VOZ DE CHILE”, conformado por Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de casa, Jóvenes y Estudiantes, una fuerza que tenía más entusiasmo y decisión que organización. Y lo celebramos más, porque de ahora en adelante someteremos a la capacidad que nos dio ese entusiasmo y esa decisión un factor que suele ser determinante: LA ORGANIZACIÓN.
Señores: Muchas veces hemos pensado que este movimiento, que nosotros consideramos muy importante para llevar adelante el sentir de la gran mayoría de los chilenos, necesitaba consolidarse en el tiempo y en el espacio. De esta consolidación podemos esperar el cumplimiento de todos los postulados que nos llevaran paulatinamente a las realizaciones que, con todo el esfuerzo y venciendo todas las dificultades, estaremos salvando y valorando también el entusiasmo y la decisión de esta organización, que todavía es bastante primaria dentro del orden institucional.
Siempre pensamos que, para que los movimientos del tipo como es el nuestro dentro del panorama nacional es su continuación que ellos necesitan para ser útiles, debe seguir a las etapas de aglutinación de las personas; es decir, pasando por la primera etapa, que generalmente es gregaria en todos estos movimientos, a la etapa de organización, y de ésta a la etapa de consolidación, porque sino estos movimientos suelen resultar fragmentarios y no cumplen tanto en el tiempo como en el espacio con la misión encomendada.
Por eso también este movimiento que nosotros representamos, ha de transformarse paulatinamente para colocarse detrás de una bandera y detrás de un ideal. De esa manera le habremos dado el sentido de continuación a que nos hemos referido.
Nuestra misión no la podemos cumplir en la corta vida del hombre. Los hombres pasan las naciones suelen ser eternas. En consecuencia, buscando esa eternidad para nuestra patria y la continuación para nuestro movimiento lo organizaremos con declaraciones de principios con doctrinas perfectamente establecidas y con cartas orgánicas que den a este movimiento la materialización orgánica que él necesita.
Buscamos también darle un alto grado de continuación, que se prolongue a través de nuestros hijos, de nuestros nietos y de las demás generaciones.
¿Qué hemos hecho, en este orden de ideas, con nuestro movimiento?
Los movimientos de este tipo tienen dos influencias. Una, la que representa en sí el mismo movimiento, y la otra, la que irradia para el resto de los hombres y mujeres que forman la Nación y sus instituciones sean éstas de nuestra ideología o de otra.
En cuanto al primer objetivo, para nuestro movimiento, primero nos hemos puesto de acuerdo en el fondo de nuestra concepción; irradiaremos a las personas una doctrina que fijara nuestra posición, determinará nuestras ilusiones y fijará los objetivos que queremos alcanzar.
Esto lo lograremos por persuasión y por sentimiento, que es como normalmente se llega a la mayoría de la gente. En la masa hay quienes piensan y quienes sienten la aglutinación que llega de una mística común que ha de alcanzar tanto el que piensa por persuasión como el que siente por su corazón.
Este trabajo, tan difícil de realizar, ha sido hecho por nosotros. Una gran cantidad de chilenos piensan y sienten como nosotros. Sin las condiciones a que nos hemos referido, los movimientos de aglutinación colectiva son complicados de manera que una vez alcanzado este objetivo nos crea una posibilidad, pero nos crea también una responsabilidad.
Para responder a esa responsabilidad que surge hoy, es imperativo organizarse. Tenemos la base de nuestra organización, que es la misma manera de ver el problema chileno, una similar manera de apreciarlo y una manera semejante de resolverlo.
Es necesario, ahora, dar consistencia racional orgánica a nuestro movimiento, que hoy solamente está unido, podríamos así decirlo, espiritualmente, para que resista al tiempo y al debate, que es lo que en política desgasta y perfecciona.
El segundo objetivo, es el de extender la influencia de este movimiento en el orden nacional, es decir, buscar los beneficios con lo que nosotros consideramos justo y honrado para todos los chilenos, incluso los que no piensan ni sienten como nosotros.
En esto también el movimiento ha conseguido un avance considerable. Bastaría decir en este sentido, que nosotros hemos realizado una coordinación casi integral con los distintos sectores de la vida nacional; Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de casa, Jóvenes y Estudiantes.
El problema chileno. Es un problema económico-social que la nación viene reclamando desde muchos años y que no ha sido encarado por los políticos. El pueblo chileno pide soluciones a sus problemas económicos y sociales a corto plazo.
La influencia que nuestro movimiento va a tener en el orden jurídico e institucional lo realizará viendo la forma de que el Estado se adapte a las necesidades que están pidiendo los chilenos. El error más grande que puede cometer nuestro movimiento político es no ubicarse en el panorama real de la situación del país, es decir, mirar el espectáculo y no penetrarlo ni conocerlo. Hemos visto hasta ahora, que los gobiernos han confundido el enfoque de esta situación y del panorama Nacional.
Veamos cómo enfocaremos nosotros y cómo trataremos de resolverlo para que se aprecie cuál será el beneficio que ofreceremos con nuestro movimiento a la Nación misma y al pueblo chileno en especial.
Señores: Ustedes han vivido esta etapa de la historia chilena y saben también como nosotros lo que se ofrece en las campañas políticas y que al final nadie cumple.
Nosotros en primer lugar estamos elaborando un plan social y económico proyectado por etapas. Esta reforma social lo que será fundamental para nosotros. Los tiempos que vivimos nos indican el camino.
Señores: la reforma social se enfrenta; no por el método ideal, sino por el método real de lo que es necesario hacer y poniéndose a realizarlo inmediatamente, única manera de poner al día, sin pérdida de tiempo, el problema de la justicia social en nuestro país, que ya esta en tren de provocar reacciones que quien sabe a qué extremos pueden llegar, con pérdida para todos los chilenos, sean estos ricos o pobres.
Ustedes saben también como nosotros, que no hay intenciones de una reforma social, a ella debemos agregar una reforma económica, porque ésta da las bases para la reforma social. Una reforma social que no vaya aparejada con una reforma económica no tendremos soluciones a nuestros problemas económicos y sociales.
Una buena reforma económica tiene simplemente de dos puntos fundamentales, mantener la riqueza dentro del país; repartir esa riqueza equitativamente, sin que existan hombres que de esa riqueza saquen tanto provecho que sean extraordinariamente ricos, ni hombres que de esa misma riqueza saquen tan poco beneficio y que lleguen a ser extraordinariamente pobres.
Nosotros declaramos la independencia económica, porque es la etapa final del primer ciclo: mantener dentro del país la riqueza escapada hace tantos años a otros países y lo peor de todo que no han pagado ningún impuesto, pero los chilenos están obligados por ley a cancelarlos. Queremos establecer un sistema de manera que los beneficios sean equitativamente distribuidos, es decir, en razón directa al esfuerzo y al sacrificio de que cada chileno realiza.
Señores : Nosotros le decimos que estas dos reformas son importantes. Hay una tercera etapa que es la consolidación, por que es inútil que creamos que este proyecto se cumple de la noche a la mañana, En la vida de las naciones, en tres o cuatro años no se consolida nada. Esta tercera etapa, es decir la consolidación de estas dos reformas: la consolidación de la reforma social y la consolidación de la reforma económica, favoreciendo de esta manera la materialización de una nueva, que es casualmente la reforma política.
Nosotros, en esta última, consideramos a su vez tres etapas distintas: la primera es la reforma política propiamente dicha, es decir, conformar una serie de principios y una doctrina que con el poder de nuestra fuerza política hemos de imponer al futuro del país, llamando a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a que nos acompañen en esta obra, que consideramos de bien porque esta basada – como ustedes habrán podido entender en este Boletín – en principios morales, sin los cuales la política se vuelve un arma contraría al país. Los que afirman que la política es buena o que la política es mala, se olvidan de decir que la política es buena cuando se hace en beneficio del país y es mala cuando se hace en su perjuicio, y ello depende de que esa política se base en principios constructivos o por el contrario en principios destructivos. Los principios constructivos son los que nosotros tratamos de introducir dentro de la política chilena, morigerando las pasiones, creando instrumentos de defensa y de bien público, afirmándolos en principios morales y de la nacionalidad, a fin de dar a nuestra fuerza política un alto grado constructivo sin lo cual sería una triste fuerza, tanto más triste cuanto más poderosa fuese.
Esa reforma política, estará dirigida en primer terminó, sacar de las instituciones y del Estado cualquier fuerza que esté al servicio de otra causa que no sea la Nación. Queremos que las instituciones de la República no estén manejadas sino por los funcionarios de la República, y que esos funcionarios sean leales y honrados servidores de la Nación.
Queremos que la política se realice en los medios políticos pero no más allá, vale decir, señores, haciendo valer aquello por lo que durante tantos años todos Ustedes como nosotros hemos protestado, gritando a quien nos ha querido oír, de que la Nación no puede estar al servicio de la política, sino la política al servicio de la Nación.
Eso es cuanto queremos realizar, y debemos luchar para que así sea.
Creemos en una reforma política, que barra con el fraude, coimas y con todos esos graves inconvenientes que existe en Chile y que se hacen en perjuicio del Estado deben desaparecer de las instituciones, de modo que éstas sirvan a sus objetivos y finalidades sin la influencia de una determinada política, que es destructiva y para mal de la Nación.
Es por ello que nosotros queremos organizar nuestra fuerza política, crear un verdadero partido inteligente, idealista, con profundo sentido humanista, sin lo cual las masas pasan a ser instrumentos de hombres que pueden ser esclarecidos o pueden ser miserables.
La organización es indispensable para que nos manejemos nosotros y es indispensable para bien de la Nación; porque muchas veces hemos dicho, si no somos nosotros los que haremos el bien a la Nación, por lo menos le hacemos el inmenso bien de obligar a nuestros futuros adversarios a para también se organicen, para que formen una fuerza orgánica que represente, no el sentir de un sector de la Nación, sino que sea intérprete y ejecutoria de ese sentir de todos los chilenos.
Esa organización es la que nosotros encararemos y en nuestro concepto tiene dos aspectos que debemos resolver. La organización de un partido político que solamente esté destinado a aglutinar hombres llevado por cualquier sentimiento, que no sea el bien de la nacionalidad, no es un partido político, es una turba política, cuando mucho.
Las Fuerzas del Espíritu Guían al Hombre.
Lo primero que hay que darle a un organismo es su espíritu. Así como un hombre sin alma es siempre un cadáver, un organismo que no posea espíritu o alma, será un cadáver, grande o chico, pero cadáver al fin. El alma colectiva está formada por una serie de principios y sentimientos que individualizan a esa gente, como que piensa, en conjunto, de manera similar, tiene un objetivo común y se aglutina detrás de un ideal que también es común, para todos los hombres y mujeres que la componen.
Por esa razón, al hacer los planteamientos básicos parta la organización definitiva de nuestro partido, hemos comenzado por fijar claramente los principios y la doctrina, porque ellos representan el alma del movimiento.
Sin una manera similar de interpretar y sin una manera similar de sentir, cuanto está aquí dicho es inútil, así se grite “Viva la Unidad Nacional” y se llame a sí mismo “Unitario”.
Para ser Unitario no es suficiente haber intervenido en nuestro movimiento; no es suficiente haber sido elegido para una función dentro del mismo, no es suficiente decirlo y que lo digan los demás. Es necesario e imprescindible que sienta profundamente este ideal de ser unido.
Eso es lo fundamental de nuestro movimiento y de la organización del mismo. Quien piensa y quien siente lo que aquí se dice, está unido al otro que piensa y siente lo mismo; pero quien piensa distinto, aun cuando se ponga un rótulo en el pecho, no es Unitario, menos será idealista.
Como decimos, esto es lo fundamental. Sin eso no existe partido y sin eso no iremos a ninguna parte, porque son las fuerzas del espíritu las que guían y llevan al hombre, aunque él las quiera resistir. No son las fuerzas materiales ni las pasiones la fuerza motriz del hombre. Será el espíritu el que lo llevará y quien no tenga el espíritu el que lo llevará y quien no tenga el espíritu inclinado a pensar y sentir de manera similar a la de su agrupación, será siempre un hombre díscolo y difícil dentro de un movimiento de hombres que tienen un mismo sentir y pensar.
Una vez llenado este primer requisito de la organización, es decir, el que lleva a la aglutinación de los hombres por el espíritu, viene el aspecto material, el que muchas veces suele ser un telón que tapa una triste realidad; pero lo que necesitamos, para que éste sea realmente un movimiento, es que ese telón esté de acuerdo con el fondo; es decir, que sea la representación real de una real unidad.
En otras palabras: la organización material no hace sino poner en conjunción y en formación orgánica a hombres que tienen una conformación espiritual exacta o relativamente exacta entre uno y otro.
Este anteproyecto contiene las dos cosas: contiene la organización espiritual, vale decir la declaración de principios y doctrinas que conforman el alma de nuestro movimiento, y una carta orgánica que le da forma material a esta aglutinación que solamente puede hacerse por el espíritu y el corazón.
Eso es lo que nosotros queremos que ustedes interpreten en esta declaración.
Nosotros plantearemos una futura reforma política, comenzando por modificar los métodos.
Hasta ahora, los partidos políticos cuentan sólo con una carta orgánica que contienen un sin número de enunciados, más o menos vagos, en las que los valores morales brillan, a menudo, por su ausencia. Nosotros vamos hacia otra clase de iniciación.
Queremos hombres que piense y sientan como nosotros, que tengan un objetivo similar al nuestro, que estén dispuestos a sacrificarse como nosotros en bien de la Nación. Unámonos para realizar ese sacrificio en beneficio colectivo, para servir solamente a la Nación y para practicar el bien como lo entendemos y como lo iremos perfeccionando durante el tiempo.
Tenemos un punto de partida distinto. Sabemos lo que queremos y sabemos a donde vamos.
Bastaría ahora que tuviéramos la fuerza de espíritu suficiente para cumplir cuanto anhelamos.
Señores: esta organización, que representa para nosotros la verdadera reforma política, sería inútil encararla dándole a la población alguna máximas para cumplir o algunas directivas para realizar. Las reformas se hacen reformando y comenzando por reformarse a sí mismos porque es muy viejo y muy conocido el método que encara la reforma por la reforma de los demás, y ya nadie cree a ése que predica de una manera y obra de otra.
En aspecto de esta organización, es dar orgánicamente un espíritu al movimiento, con su mística, con sus principios con la determinación de las grandes normas de ejecución. Eso conforma un estado, diríamos así, espiritual del movimiento, que se entiende algunas veces y que se siente otras. ¡ Bendito sea quién puede entenderlo y sentirlo! Y aquél que solamente lo sienta, se ponga a estudiar, a trabajar y a meditar, para también comprenderlo. Y aquél que solamente lo comprenda, que le pida a Dios que lo haga bueno para sentirlo. Y no se crea que esto es una “perogrullada”, porque hay políticos que han hecho la política durante muchos años, sin comprenderla, en tanto que otros la han comprendido sin haberla hecho jamás.
Factores de Organización
El segundo aspecto es el de la organización material. Esta organización material, ¿ cómo ha de realizarse? Toda organización de masas, sean las masas tomadas en un sentido o en otro, implica siempre un problema material de organización similar, porque entre los hombres hay quienes mandan en primer grado, quienes mandan en segundo grado y quienes obedecen, sino no puede haber organización material de las masas.
En primer grado son los que dirigen el conjunto; en segundo grado son los que dirigen las partes, y en tercer grado son las partes mismas que realizan, obedeciendo. Sin eso no hay organización, lo que quiere decir, señores, que toda organización implica un problema de tres incógnitas a despejar: el conductor, que es el que maneja el conjunto; los cuadros, que son los dirigentes de segundo grado que dirigen a las partes; y el tercero, la masa. Las incógnitas de esta ecuación se van dilucidando durante la marcha. Es la marcha la que dice quién es el conductor, quiénes son los cuadros y es la marcha quien dice quién es la masa.
Hay muchas distorsiones en este campo de la organización; hay enormes distorsiones. Muchas veces existe un conductor que no merece serlo, pero que ha sido hecho en una convención, por decreto, por audacia, o por cualquiera otra razón. Cuando ello suceda el conjunto puede ser homogéneo, marchar bien, pero no va a buen puerto, porque no lo llevan a buen puerto. Pero puede suceder también a la inversa: que el timonel central, el que dirige el conjunto, va a buen puerto, pero no puede llegar porque los cuadros que lo sirven durante la marcha disocian las fuerzas.
Pero también, con un conductor capaz, si se quiere, con cuadros capaces, se desean, pero con una masa indisciplinada que no obedece ni a unos ni a otros, fracasa la organización. De manera que si aspiramos a hacer una organización como ella debe ser, ha de tener un conductor capaz, cuadros capacitados para la conducción parcial y una masa unida doctrinaria y materialmente.
Llegamos al cuarto factor de la organización, que es casualmente, señores, la disciplina. La disciplina es muy buena o muy mala, según se la aplique bien o se la aplique mal. No importa la cantidad de disciplina; lo que interesa es la calidad de la disciplina. Pero la disciplina, señores tiene también su limite. Como nosotros decimos, el pan es el mejor alimento pero quien se come una bolsa no le resulta el mejor alimento. Si queremos entender lo que es la disciplina, es necesario que analicemos la verdadera acepción de la palabra disciplina. Nosotros en esta organización necesitamos la disciplina política, que es distinta a todas las disciplinas.
Concepto de la Disciplina Política
¿En qué consiste la disciplina política? Ofrece dos aspectos, como todas las disciplinas: forma y fondo. ¿Cuál es el fondo de la disciplina política? Cada hombre, aun dentro de la masa, obra individualmente, por que es una disciplina confiada a su conciencia y no a la voluntad de uno que manda y que dirige todos los actos.
El político está librado a sus propios pensamientos y a sus propias reflexiones. El sólo tiene un punto de partida común y un objetivo adonde debe llegar, y él elige su camino. El marcha por distintos caminos y de distintas maneras, individualmente, a su libre albedrío y si no le gusta se vuelve. El marcha con una sola condición: no perturbar a los que marchan con él y llegar simultáneamente al objetivo que se la fijado por su propia voluntad en el momento en que es preciso que llegue.
La que la disciplina política no permite es el engaño. Lo que la disciplina política no tolera es el mal procedimiento. Lo que la disciplina política impone es la sinceridad y la lealtad en todos los procedimientos y por todas las cosas. En la disciplina política nadie está obligado a realizar lo que su conciencia no le obliga, y en consecuencia, quien quiera realizar un mal acto no solamente corrompe la disciplina partidaria sino que se hace posible de que son hombres que deban obedecerlo sean quienes tengan derecho a mandar a quien está mandado.
Señores: quien realice una trenza o quien efectúe una maniobra en beneficio propio no puede imponer ni exigir disciplina a quienes deben obedecer. Por esa razón la disciplina política es una disciplina eminentemente de fondo. Por esa razón también, el conductor no se hace, nace; y, por esa misma razón, los cuadros directivos tampoco se hacen sino que nacen. Desgraciado quien cree que se puede hacer un conductor por decreto o por elecciones. Esto es simple de explicar: conducir es un arte, y el artista nace, no se hace.
Esta disciplina de que nosotros escuchamos tan a menudo, es como muchas cosas, que están en todas las bocas y en muy pocos corazones. Mande con dignidad, mande con sinceridad, mande con desinterés y con lealtad, mande con honradez y será obedecido. Pero mande tergiversando la realidad o con engaños, en provecho propio y no del conjunto, mande a base de combinaciones, y verán como el mejor conductor no será obedecido.
Y en esto lo volvemos a repetir. Cuando un dirigente manda debe ser obedecido siempre que esté encuadrado dentro de ese “slogan” que tanto conocemos que dice: “ todos somos artífice del destino común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie”.
Si se manda así, la disciplina no tendrá que imponerla. La disciplina será una consecuencia de la acción que nosotros realizamos. No mandemos nunca lo que no es justo y seremos obedecidos. No impongamos jamás una injusticia, porque eso trae la rebelión de las masas.
De disciplina podríamos hablar mucho, pero basta decir que para ser obedecidos tenemos que mandar bien.
Comenzamos ahora esta etapa del movimiento; vale decir, la etapa de la consolidación del mismo, que ha de lograrse con esta organización que iniciamos. Si la inspiramos en cuando hemos dicho, el éxito está alcanzado, pero en caso contrario es inútil que trabajemos durante años y años tras una ilusión que nos resultará inalcanzable.
Por eso es que hay que llevar a todas partes de Chile estas ideas, con el objeto de lograr la formación de un organismo homogéneo.
¿En qué consiste la homogeneidad de este movimiento? En una cosa muy simple que los hombres a menudo olvidan. Conocer dónde vamos y qué es lo que queremos, es decir, realizar este movimiento que se analice a sí mismo y dé su razón de ser por el objetivo que persigue. Una acción absoluta de objetividad en la realización y concepción de todos nuestras cuestiones.
Para llegar a la unidad de eso sólo nos será necesario vivir la situación de la Nación, apreciar el lugar de conjunto de la mismo y los problemas que son comunes. De esa apreciación saldrá una misma resolución y una manera de resolver los problemas. Esto es lo que el movimiento alcanzará con su organización.
No hay Nada superior al Interés del Conjunto.
Cuando dentro de una fuerza política aparece una persona que quiere influenciar a un sector para formar otro grupo, es como cuando se produce una carie en una muela: hay que sacar la muela; no hay otro remedio.
Y ahí, precisamente, está el caso de la disciplina partidaria. Debe haber un organismo que son los Tribunales de Disciplina Partidaria cuando aparezca uno de estos hombres para quienes el interés personal prima sobre el interés de conjunto le aplique la condigna sanción: “ Señor, usted es personalista; usted quiere trabajar para sí; su lugar es otra parte y trabaje para usted”.
Señores: dentro de nuestro movimiento todos trabajamos para todos y no habrá cabida para aquel que quiera aprovechar el trabajo de los demás y trabaje para él.
Todo ello sin contar que a menudo estas personas forman cámaras negras de difamación de los propios compañeros organizados, preparando planes de cómo van a difamar a Zutano o a Mengano, para hacerle perder el ascendiente partidario y pasar ellos a primer lugar.
Eso no es una falta de disciplina partidaria; eso entra en los límites de la delicuencia, y está descartado que en nuestras fuerzas no pueden convivir tales delicuentes.
Se habla a veces de hombres que tienen grandes aspiraciones y aún de los que tienen ambiciones. Bien, Señores, nosotros tenemos nuestra manera de pensar. Nuestro movimiento si no tiene hombres con aspiraciones y aún hombres ambiciosos, porque ésa es una fuerza motriz que el género humano ha recibido de la Divina Providencia, unos en mayor grado y otros en menor grado. Quienes se conforma con su suerte o andar por entre las cosas que han creado los demás, es un mediocre. El ser con aspiraciones, que quiere crear cosas nuevas, que no se conforma con andar entre las cosas que han creado los demás, ese es el hombre.
Señores: lo que sí hay que agregar a esto, es que la ambición y la aspiración de los hombres han de ser, en primer término, justificadas, y para justificarlas, es necesario que esa ambición o esa aspiración la cumpla él con su trabajo constructivo y no para perjudicar o molestar a los que van junto a él.
Esta es una carrera, señores. Es una carrera en que cada uno corre por su andarivel, y el que tiene aspiraciones o ambiciones de ganar tiene que correr más ligero, pero no hacerle trampas a los de al lado.
Y, como las futuras autoridades del partido les toca hacer de jueces, a aquél que no corre por su andarivel o moleste al que corre al lado lo tenemos que descalificar, y lo hemos de descalificar inflexiblemente para poder afirmar la verdadera y única disciplina que debe reinar dentro de nuestro movimiento, es decir, la honradez en los procedimientos. Estamos de acuerdo en que se lucha para sobresalir, pero sobresalir por métodos honrados.
El Movimiento acoge a todos los hombres Sinceros y Honrados
Hay otro aspecto que también queríamos mencionar: nos referimos al de los prejuicios. Nuestro movimiento estará formado por hombres que lleguen a él desde los más diversos rumbos. Nosotros no preguntaremos de dónde vienen, sino que preguntaremos quiénes son y qué es lo que piensan y hacia dónde van. Esta debe ser una norma para nosotros, por que nuestra aspiración ha de ser que todos los chilenos que piensan como nosotros y que estuvieron equivocados honradamente se coloquen a nuestro lado para luchar, cualquiera sea su procedencia o cualquiera haya sido su equivocación. Nosotros, como un movimiento popular, no podemos “a priori” descartar a los hombres que sean honrados y decentes, vengan de donde vengan, sepan lo que sepan, sientan lo que sientan, siempre que estén de acuerdo en que es necesario ponerse a trabajar sin descanso para corregir los males de la Nación y para llevar nuestra tierra al puerto de gloria y de grandeza que cada uno de los chilenos bién nacidos debe desear para su patria.
Por eso nosotros realizaremos una política justa: una política de acercamiento de todos los hombres que puedan haber pensado de distinta manera que nosotros, siempre que vengan de buena fe a colaborar. Todas las fuerzas son utilizables en nuestro movimiento, si son nobles y leales, y todos los hombres serán bienvenidos si vienen con lealtad y con sinceridad a servir bajo nuestra bandera. Esta amplitud es la que nos a hacer triunfar. La historia de todos los movimientos del mundo demuestra que los movimientos colectivos fracasan cuando son sectarios y triunfan cuando se universalizan.
Esa debe ser nuestra concepción del movimiento. Todos deben venir a él con una condición: servirlo lealmente, pensando que dentro de este gran movimiento todo es posible y que todos pueden tener razón. Serán los hechos y la marcha los que nos irán indicando esa razón y también esos hombres discutirán nuestras propias doctrinas. Nosotros no seremos impermeables a la discusión, no queremos imponer, queremos proceder, y queremos proceder con los hechos que es el mejor procedimiento que puede utilizar el hombre.
Si nuestro movimiento, con una gran amplitud, sin sectarismos de ninguna naturaleza, sin coerciones que puedan ejercerse en ninguna forma, avanza por el camino ancho de la verdad y de la realidad, no tenemos nada que temer.
Si nos sectarizamos, iremos perdiendo paulatinamente la fuerza conque contaremos y nos convertiremos en un movimiento que vivirá en su torre de marfil, pero que no representará dentro de la Nación, el sentir del conjunto, transformándose en un pequeño organismo que marchará contra la corriente.
Los movimientos populares son también cuantitativos y en la selección de la especie humana es necesario tomar la totalidad de sus miembros, no seleccionando partículas de un pequeño sector que nada representa y que nada es.
Debemos dar una Lección de Unidad
No deseamos alargar más estos pensamientos. Solamente queremos hacerles llegar un consejo, que tenemos la obligación de darlo como los más viejos. En estas páginas y en los futuros congresos partidarios que realizaremos hemos de dar la sensación al país de que estamos unidos que pensamos de una misma manea, y que tenemos todos un mismo objetivo, y sobre todo, lo que tanto predicamos, o sea ser artífices del destino común y no instrumento de la ambición de nadie. Debemos demostrar que estamos de acuerdo y que vamos a trabajar por el bien de todos.
Por eso sería hermoso para nuestro movimiento, que en un futuro congreso al que concurran hombres y mujeres lleguemos a conclusiones exactamente iguales, en un acuerdo y una amistad que nos honra a todos.
Esa lección la debemos dar a todos los demás partidos y a los militantes de nuestro partido. Esa lección de unidad, tolerancia, lealtad y sinceridad para con nosotros mismos, será un ejemplo para la Nación, por otra parte con esta acción de conjunto, habremos dado un hermoso ejemplo a la ciudadanía chilena.
Muchas veces los congresos y todas las convenciones que se realizan terminan siempre mal. Nosotros seremos los primeros que terminaremos en una absoluta armonía y eso representará una conquista mayor que todas las demás conquistas que podamos obtener.
Lucharemos por una reforma social, económica y política que la vamos a hacer nosotros y la vamos a mostrar con nuestro propio ejemplo. Después seguirán las otras reformas.
Reforma del Derecho Chileno
Este año iniciaremos los estudios sobre la verdadera reforma del derecho chileno. Nuestro movimiento no debe estar pasivo sobre los últimos acontecimientos hay que reformar el orden social, el orden económico y el orden político. Es necesario consolidar estas tres etapas con la consolidación jurídica de nuestro movimiento. Esta reforma la tendremos con nuestros futuros parlamentarios en ambas Cámaras del Congreso Nacional.
Nuestro Futuro Partido llevará de candidatos a personas de nuestras filas en las próximas elecciones parlamentarias única manera de reformar la legislación en el orden social, orden económico y el orden político. Este año 2003 ha de ser de profundos estudios por nosotros en lo jurídico, el país debe tener una legislación más a tono con los días que vivimos.
Nadie ha encarado una reforma profunda sobre el derecho del trabajo, educación, salud y la Previsión. Hay que ir a la reforma de la legislación a fondo no agregando nuevos adornos, como un árbol de Navidad, con nuevas leyes y nuevas disposiciones que perjudican a la mayoría de los chilenos.
Esto, señores es lo que persigue este movimiento, que la reforma económica, social y política tiene que ser real y que llegue a los Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de Casa, Jóvenes y Estudiantes.
Luego ha de venir la reforma de la educación. Hemos de estudiar la instrucción básica, media, técnica y la universitaria, para ponerla a tono, porque sería incompleto que nosotros no tratáramos de instruir a nuestra juventud sobre estos temas.
Empezaremos por educar a los hombres y mujeres dentro de esta concepción doctrinaria, podremos a su alcance todos estos estudios, educándolos en la ciencia para servir al objetivo de la Nación con unidad de concepción y de acción.
Extenderemos estos estudios a la cultura para que las artes y las letras en nuestra tierra comiencen a fructificar en beneficios de los chilenos, para no ser los que nos conformamos con andar entre las cosas que otros crearon.
Este año 2003 hemos de dar un tono determinante a las reformas económicas y sociales para que sean ajustadas a las nuevas concepciones que consideramos de justicia por la gran mayoría de los chilenos.
Renacimiento chileno
Luego seguirán otros estudios, que tomaran todo el resto de las actividades nacionales. Y pensamos que este año 2009, y quizá en 2010, la Nación entera ha de iniciar un nuevo ritmo de marcha al influjo de todos esos cambios que es necesario se efectúen para que todos los hombres, mujeres y los organismos de la Nación se dirijan hacia un objetivo común de una manera similar y armónica. Si nuestro movimiento cumple esto, es probable que pase a la historia con el Renacimiento Chileno.
Y nosotros, en nuestro ambicioso objetivo, aspiramos a que ese Renacimiento Chileno sea la reestructuración de la Nación, política, soberana y económicamente libre.
En esta marcha, señores, no habrá fuerza que la pueda detener. Nuestro movimiento tiene que cumplir este objetivo y lo ha de cumplir solamente si nosotros, que representamos el sentir de la mayoría del pueblo chileno, lucharemos incansablemente por conseguirlo y tratando al mismo tiempo que cada uno de los elementos que constituyen esa masa luche también incansablemente detrás de igual objetivo.
Si realizamos esta labor de conjunto con la organización material de nuestras fuerzas, el éxito total está asegurado.
Nuestro movimiento político “LA VOZ DE CHILE”, conformado por Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de Casa, Jóvenes y Estudiantes desean que nuestra patria tenga un gobierno social, económico y político para todos los chilenos.
Todos lo que respondan a nuestra bandera tienen la obligación de secundarnos, luchando incansablemente y con sacrificio si es necesario, para conseguir estos objetivos.
Estamos persuadido y lo esperamos, con las fuerzas de nuestro espíritu de ciudadano chileno, que cada uno sabrá cumplir con su deber.
MUCHAS GRACIAS
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
COORDINADOR NACIONAL
PARA MAYOR INFORMACION
COORDINADOR NACIONAL
SEÑOR
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
MOVIMIENTO POLITICO
“LA VOZ DE CHILE”
BOLETIN Nº l/AÑO 2009
Señores:
En primer término, celebramos tener la inmensa satisfacción de poder saludar a todas las personas que en estos momentos apoyan nuestro movimiento en todo el territorio de nuestro país. Lo celebramos, señores, porque nuestras fuerzas se unieron para constituir NUESTRO MOVIMIENTO “LA VOZ DE CHILE”, conformado por Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de casa, Jóvenes y Estudiantes, una fuerza que tenía más entusiasmo y decisión que organización. Y lo celebramos más, porque de ahora en adelante someteremos a la capacidad que nos dio ese entusiasmo y esa decisión un factor que suele ser determinante: LA ORGANIZACIÓN.
Señores: Muchas veces hemos pensado que este movimiento, que nosotros consideramos muy importante para llevar adelante el sentir de la gran mayoría de los chilenos, necesitaba consolidarse en el tiempo y en el espacio. De esta consolidación podemos esperar el cumplimiento de todos los postulados que nos llevaran paulatinamente a las realizaciones que, con todo el esfuerzo y venciendo todas las dificultades, estaremos salvando y valorando también el entusiasmo y la decisión de esta organización, que todavía es bastante primaria dentro del orden institucional.
Siempre pensamos que, para que los movimientos del tipo como es el nuestro dentro del panorama nacional es su continuación que ellos necesitan para ser útiles, debe seguir a las etapas de aglutinación de las personas; es decir, pasando por la primera etapa, que generalmente es gregaria en todos estos movimientos, a la etapa de organización, y de ésta a la etapa de consolidación, porque sino estos movimientos suelen resultar fragmentarios y no cumplen tanto en el tiempo como en el espacio con la misión encomendada.
Por eso también este movimiento que nosotros representamos, ha de transformarse paulatinamente para colocarse detrás de una bandera y detrás de un ideal. De esa manera le habremos dado el sentido de continuación a que nos hemos referido.
Nuestra misión no la podemos cumplir en la corta vida del hombre. Los hombres pasan las naciones suelen ser eternas. En consecuencia, buscando esa eternidad para nuestra patria y la continuación para nuestro movimiento lo organizaremos con declaraciones de principios con doctrinas perfectamente establecidas y con cartas orgánicas que den a este movimiento la materialización orgánica que él necesita.
Buscamos también darle un alto grado de continuación, que se prolongue a través de nuestros hijos, de nuestros nietos y de las demás generaciones.
¿Qué hemos hecho, en este orden de ideas, con nuestro movimiento?
Los movimientos de este tipo tienen dos influencias. Una, la que representa en sí el mismo movimiento, y la otra, la que irradia para el resto de los hombres y mujeres que forman la Nación y sus instituciones sean éstas de nuestra ideología o de otra.
En cuanto al primer objetivo, para nuestro movimiento, primero nos hemos puesto de acuerdo en el fondo de nuestra concepción; irradiaremos a las personas una doctrina que fijara nuestra posición, determinará nuestras ilusiones y fijará los objetivos que queremos alcanzar.
Esto lo lograremos por persuasión y por sentimiento, que es como normalmente se llega a la mayoría de la gente. En la masa hay quienes piensan y quienes sienten la aglutinación que llega de una mística común que ha de alcanzar tanto el que piensa por persuasión como el que siente por su corazón.
Este trabajo, tan difícil de realizar, ha sido hecho por nosotros. Una gran cantidad de chilenos piensan y sienten como nosotros. Sin las condiciones a que nos hemos referido, los movimientos de aglutinación colectiva son complicados de manera que una vez alcanzado este objetivo nos crea una posibilidad, pero nos crea también una responsabilidad.
Para responder a esa responsabilidad que surge hoy, es imperativo organizarse. Tenemos la base de nuestra organización, que es la misma manera de ver el problema chileno, una similar manera de apreciarlo y una manera semejante de resolverlo.
Es necesario, ahora, dar consistencia racional orgánica a nuestro movimiento, que hoy solamente está unido, podríamos así decirlo, espiritualmente, para que resista al tiempo y al debate, que es lo que en política desgasta y perfecciona.
El segundo objetivo, es el de extender la influencia de este movimiento en el orden nacional, es decir, buscar los beneficios con lo que nosotros consideramos justo y honrado para todos los chilenos, incluso los que no piensan ni sienten como nosotros.
En esto también el movimiento ha conseguido un avance considerable. Bastaría decir en este sentido, que nosotros hemos realizado una coordinación casi integral con los distintos sectores de la vida nacional; Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de casa, Jóvenes y Estudiantes.
El problema chileno. Es un problema económico-social que la nación viene reclamando desde muchos años y que no ha sido encarado por los políticos. El pueblo chileno pide soluciones a sus problemas económicos y sociales a corto plazo.
La influencia que nuestro movimiento va a tener en el orden jurídico e institucional lo realizará viendo la forma de que el Estado se adapte a las necesidades que están pidiendo los chilenos. El error más grande que puede cometer nuestro movimiento político es no ubicarse en el panorama real de la situación del país, es decir, mirar el espectáculo y no penetrarlo ni conocerlo. Hemos visto hasta ahora, que los gobiernos han confundido el enfoque de esta situación y del panorama Nacional.
Veamos cómo enfocaremos nosotros y cómo trataremos de resolverlo para que se aprecie cuál será el beneficio que ofreceremos con nuestro movimiento a la Nación misma y al pueblo chileno en especial.
Señores: Ustedes han vivido esta etapa de la historia chilena y saben también como nosotros lo que se ofrece en las campañas políticas y que al final nadie cumple.
Nosotros en primer lugar estamos elaborando un plan social y económico proyectado por etapas. Esta reforma social lo que será fundamental para nosotros. Los tiempos que vivimos nos indican el camino.
Señores: la reforma social se enfrenta; no por el método ideal, sino por el método real de lo que es necesario hacer y poniéndose a realizarlo inmediatamente, única manera de poner al día, sin pérdida de tiempo, el problema de la justicia social en nuestro país, que ya esta en tren de provocar reacciones que quien sabe a qué extremos pueden llegar, con pérdida para todos los chilenos, sean estos ricos o pobres.
Ustedes saben también como nosotros, que no hay intenciones de una reforma social, a ella debemos agregar una reforma económica, porque ésta da las bases para la reforma social. Una reforma social que no vaya aparejada con una reforma económica no tendremos soluciones a nuestros problemas económicos y sociales.
Una buena reforma económica tiene simplemente de dos puntos fundamentales, mantener la riqueza dentro del país; repartir esa riqueza equitativamente, sin que existan hombres que de esa riqueza saquen tanto provecho que sean extraordinariamente ricos, ni hombres que de esa misma riqueza saquen tan poco beneficio y que lleguen a ser extraordinariamente pobres.
Nosotros declaramos la independencia económica, porque es la etapa final del primer ciclo: mantener dentro del país la riqueza escapada hace tantos años a otros países y lo peor de todo que no han pagado ningún impuesto, pero los chilenos están obligados por ley a cancelarlos. Queremos establecer un sistema de manera que los beneficios sean equitativamente distribuidos, es decir, en razón directa al esfuerzo y al sacrificio de que cada chileno realiza.
Señores : Nosotros le decimos que estas dos reformas son importantes. Hay una tercera etapa que es la consolidación, por que es inútil que creamos que este proyecto se cumple de la noche a la mañana, En la vida de las naciones, en tres o cuatro años no se consolida nada. Esta tercera etapa, es decir la consolidación de estas dos reformas: la consolidación de la reforma social y la consolidación de la reforma económica, favoreciendo de esta manera la materialización de una nueva, que es casualmente la reforma política.
Nosotros, en esta última, consideramos a su vez tres etapas distintas: la primera es la reforma política propiamente dicha, es decir, conformar una serie de principios y una doctrina que con el poder de nuestra fuerza política hemos de imponer al futuro del país, llamando a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a que nos acompañen en esta obra, que consideramos de bien porque esta basada – como ustedes habrán podido entender en este Boletín – en principios morales, sin los cuales la política se vuelve un arma contraría al país. Los que afirman que la política es buena o que la política es mala, se olvidan de decir que la política es buena cuando se hace en beneficio del país y es mala cuando se hace en su perjuicio, y ello depende de que esa política se base en principios constructivos o por el contrario en principios destructivos. Los principios constructivos son los que nosotros tratamos de introducir dentro de la política chilena, morigerando las pasiones, creando instrumentos de defensa y de bien público, afirmándolos en principios morales y de la nacionalidad, a fin de dar a nuestra fuerza política un alto grado constructivo sin lo cual sería una triste fuerza, tanto más triste cuanto más poderosa fuese.
Esa reforma política, estará dirigida en primer terminó, sacar de las instituciones y del Estado cualquier fuerza que esté al servicio de otra causa que no sea la Nación. Queremos que las instituciones de la República no estén manejadas sino por los funcionarios de la República, y que esos funcionarios sean leales y honrados servidores de la Nación.
Queremos que la política se realice en los medios políticos pero no más allá, vale decir, señores, haciendo valer aquello por lo que durante tantos años todos Ustedes como nosotros hemos protestado, gritando a quien nos ha querido oír, de que la Nación no puede estar al servicio de la política, sino la política al servicio de la Nación.
Eso es cuanto queremos realizar, y debemos luchar para que así sea.
Creemos en una reforma política, que barra con el fraude, coimas y con todos esos graves inconvenientes que existe en Chile y que se hacen en perjuicio del Estado deben desaparecer de las instituciones, de modo que éstas sirvan a sus objetivos y finalidades sin la influencia de una determinada política, que es destructiva y para mal de la Nación.
Es por ello que nosotros queremos organizar nuestra fuerza política, crear un verdadero partido inteligente, idealista, con profundo sentido humanista, sin lo cual las masas pasan a ser instrumentos de hombres que pueden ser esclarecidos o pueden ser miserables.
La organización es indispensable para que nos manejemos nosotros y es indispensable para bien de la Nación; porque muchas veces hemos dicho, si no somos nosotros los que haremos el bien a la Nación, por lo menos le hacemos el inmenso bien de obligar a nuestros futuros adversarios a para también se organicen, para que formen una fuerza orgánica que represente, no el sentir de un sector de la Nación, sino que sea intérprete y ejecutoria de ese sentir de todos los chilenos.
Esa organización es la que nosotros encararemos y en nuestro concepto tiene dos aspectos que debemos resolver. La organización de un partido político que solamente esté destinado a aglutinar hombres llevado por cualquier sentimiento, que no sea el bien de la nacionalidad, no es un partido político, es una turba política, cuando mucho.
Las Fuerzas del Espíritu Guían al Hombre.
Lo primero que hay que darle a un organismo es su espíritu. Así como un hombre sin alma es siempre un cadáver, un organismo que no posea espíritu o alma, será un cadáver, grande o chico, pero cadáver al fin. El alma colectiva está formada por una serie de principios y sentimientos que individualizan a esa gente, como que piensa, en conjunto, de manera similar, tiene un objetivo común y se aglutina detrás de un ideal que también es común, para todos los hombres y mujeres que la componen.
Por esa razón, al hacer los planteamientos básicos parta la organización definitiva de nuestro partido, hemos comenzado por fijar claramente los principios y la doctrina, porque ellos representan el alma del movimiento.
Sin una manera similar de interpretar y sin una manera similar de sentir, cuanto está aquí dicho es inútil, así se grite “Viva la Unidad Nacional” y se llame a sí mismo “Unitario”.
Para ser Unitario no es suficiente haber intervenido en nuestro movimiento; no es suficiente haber sido elegido para una función dentro del mismo, no es suficiente decirlo y que lo digan los demás. Es necesario e imprescindible que sienta profundamente este ideal de ser unido.
Eso es lo fundamental de nuestro movimiento y de la organización del mismo. Quien piensa y quien siente lo que aquí se dice, está unido al otro que piensa y siente lo mismo; pero quien piensa distinto, aun cuando se ponga un rótulo en el pecho, no es Unitario, menos será idealista.
Como decimos, esto es lo fundamental. Sin eso no existe partido y sin eso no iremos a ninguna parte, porque son las fuerzas del espíritu las que guían y llevan al hombre, aunque él las quiera resistir. No son las fuerzas materiales ni las pasiones la fuerza motriz del hombre. Será el espíritu el que lo llevará y quien no tenga el espíritu el que lo llevará y quien no tenga el espíritu inclinado a pensar y sentir de manera similar a la de su agrupación, será siempre un hombre díscolo y difícil dentro de un movimiento de hombres que tienen un mismo sentir y pensar.
Una vez llenado este primer requisito de la organización, es decir, el que lleva a la aglutinación de los hombres por el espíritu, viene el aspecto material, el que muchas veces suele ser un telón que tapa una triste realidad; pero lo que necesitamos, para que éste sea realmente un movimiento, es que ese telón esté de acuerdo con el fondo; es decir, que sea la representación real de una real unidad.
En otras palabras: la organización material no hace sino poner en conjunción y en formación orgánica a hombres que tienen una conformación espiritual exacta o relativamente exacta entre uno y otro.
Este anteproyecto contiene las dos cosas: contiene la organización espiritual, vale decir la declaración de principios y doctrinas que conforman el alma de nuestro movimiento, y una carta orgánica que le da forma material a esta aglutinación que solamente puede hacerse por el espíritu y el corazón.
Eso es lo que nosotros queremos que ustedes interpreten en esta declaración.
Nosotros plantearemos una futura reforma política, comenzando por modificar los métodos.
Hasta ahora, los partidos políticos cuentan sólo con una carta orgánica que contienen un sin número de enunciados, más o menos vagos, en las que los valores morales brillan, a menudo, por su ausencia. Nosotros vamos hacia otra clase de iniciación.
Queremos hombres que piense y sientan como nosotros, que tengan un objetivo similar al nuestro, que estén dispuestos a sacrificarse como nosotros en bien de la Nación. Unámonos para realizar ese sacrificio en beneficio colectivo, para servir solamente a la Nación y para practicar el bien como lo entendemos y como lo iremos perfeccionando durante el tiempo.
Tenemos un punto de partida distinto. Sabemos lo que queremos y sabemos a donde vamos.
Bastaría ahora que tuviéramos la fuerza de espíritu suficiente para cumplir cuanto anhelamos.
Señores: esta organización, que representa para nosotros la verdadera reforma política, sería inútil encararla dándole a la población alguna máximas para cumplir o algunas directivas para realizar. Las reformas se hacen reformando y comenzando por reformarse a sí mismos porque es muy viejo y muy conocido el método que encara la reforma por la reforma de los demás, y ya nadie cree a ése que predica de una manera y obra de otra.
En aspecto de esta organización, es dar orgánicamente un espíritu al movimiento, con su mística, con sus principios con la determinación de las grandes normas de ejecución. Eso conforma un estado, diríamos así, espiritual del movimiento, que se entiende algunas veces y que se siente otras. ¡ Bendito sea quién puede entenderlo y sentirlo! Y aquél que solamente lo sienta, se ponga a estudiar, a trabajar y a meditar, para también comprenderlo. Y aquél que solamente lo comprenda, que le pida a Dios que lo haga bueno para sentirlo. Y no se crea que esto es una “perogrullada”, porque hay políticos que han hecho la política durante muchos años, sin comprenderla, en tanto que otros la han comprendido sin haberla hecho jamás.
Factores de Organización
El segundo aspecto es el de la organización material. Esta organización material, ¿ cómo ha de realizarse? Toda organización de masas, sean las masas tomadas en un sentido o en otro, implica siempre un problema material de organización similar, porque entre los hombres hay quienes mandan en primer grado, quienes mandan en segundo grado y quienes obedecen, sino no puede haber organización material de las masas.
En primer grado son los que dirigen el conjunto; en segundo grado son los que dirigen las partes, y en tercer grado son las partes mismas que realizan, obedeciendo. Sin eso no hay organización, lo que quiere decir, señores, que toda organización implica un problema de tres incógnitas a despejar: el conductor, que es el que maneja el conjunto; los cuadros, que son los dirigentes de segundo grado que dirigen a las partes; y el tercero, la masa. Las incógnitas de esta ecuación se van dilucidando durante la marcha. Es la marcha la que dice quién es el conductor, quiénes son los cuadros y es la marcha quien dice quién es la masa.
Hay muchas distorsiones en este campo de la organización; hay enormes distorsiones. Muchas veces existe un conductor que no merece serlo, pero que ha sido hecho en una convención, por decreto, por audacia, o por cualquiera otra razón. Cuando ello suceda el conjunto puede ser homogéneo, marchar bien, pero no va a buen puerto, porque no lo llevan a buen puerto. Pero puede suceder también a la inversa: que el timonel central, el que dirige el conjunto, va a buen puerto, pero no puede llegar porque los cuadros que lo sirven durante la marcha disocian las fuerzas.
Pero también, con un conductor capaz, si se quiere, con cuadros capaces, se desean, pero con una masa indisciplinada que no obedece ni a unos ni a otros, fracasa la organización. De manera que si aspiramos a hacer una organización como ella debe ser, ha de tener un conductor capaz, cuadros capacitados para la conducción parcial y una masa unida doctrinaria y materialmente.
Llegamos al cuarto factor de la organización, que es casualmente, señores, la disciplina. La disciplina es muy buena o muy mala, según se la aplique bien o se la aplique mal. No importa la cantidad de disciplina; lo que interesa es la calidad de la disciplina. Pero la disciplina, señores tiene también su limite. Como nosotros decimos, el pan es el mejor alimento pero quien se come una bolsa no le resulta el mejor alimento. Si queremos entender lo que es la disciplina, es necesario que analicemos la verdadera acepción de la palabra disciplina. Nosotros en esta organización necesitamos la disciplina política, que es distinta a todas las disciplinas.
Concepto de la Disciplina Política
¿En qué consiste la disciplina política? Ofrece dos aspectos, como todas las disciplinas: forma y fondo. ¿Cuál es el fondo de la disciplina política? Cada hombre, aun dentro de la masa, obra individualmente, por que es una disciplina confiada a su conciencia y no a la voluntad de uno que manda y que dirige todos los actos.
El político está librado a sus propios pensamientos y a sus propias reflexiones. El sólo tiene un punto de partida común y un objetivo adonde debe llegar, y él elige su camino. El marcha por distintos caminos y de distintas maneras, individualmente, a su libre albedrío y si no le gusta se vuelve. El marcha con una sola condición: no perturbar a los que marchan con él y llegar simultáneamente al objetivo que se la fijado por su propia voluntad en el momento en que es preciso que llegue.
La que la disciplina política no permite es el engaño. Lo que la disciplina política no tolera es el mal procedimiento. Lo que la disciplina política impone es la sinceridad y la lealtad en todos los procedimientos y por todas las cosas. En la disciplina política nadie está obligado a realizar lo que su conciencia no le obliga, y en consecuencia, quien quiera realizar un mal acto no solamente corrompe la disciplina partidaria sino que se hace posible de que son hombres que deban obedecerlo sean quienes tengan derecho a mandar a quien está mandado.
Señores: quien realice una trenza o quien efectúe una maniobra en beneficio propio no puede imponer ni exigir disciplina a quienes deben obedecer. Por esa razón la disciplina política es una disciplina eminentemente de fondo. Por esa razón también, el conductor no se hace, nace; y, por esa misma razón, los cuadros directivos tampoco se hacen sino que nacen. Desgraciado quien cree que se puede hacer un conductor por decreto o por elecciones. Esto es simple de explicar: conducir es un arte, y el artista nace, no se hace.
Esta disciplina de que nosotros escuchamos tan a menudo, es como muchas cosas, que están en todas las bocas y en muy pocos corazones. Mande con dignidad, mande con sinceridad, mande con desinterés y con lealtad, mande con honradez y será obedecido. Pero mande tergiversando la realidad o con engaños, en provecho propio y no del conjunto, mande a base de combinaciones, y verán como el mejor conductor no será obedecido.
Y en esto lo volvemos a repetir. Cuando un dirigente manda debe ser obedecido siempre que esté encuadrado dentro de ese “slogan” que tanto conocemos que dice: “ todos somos artífice del destino común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie”.
Si se manda así, la disciplina no tendrá que imponerla. La disciplina será una consecuencia de la acción que nosotros realizamos. No mandemos nunca lo que no es justo y seremos obedecidos. No impongamos jamás una injusticia, porque eso trae la rebelión de las masas.
De disciplina podríamos hablar mucho, pero basta decir que para ser obedecidos tenemos que mandar bien.
Comenzamos ahora esta etapa del movimiento; vale decir, la etapa de la consolidación del mismo, que ha de lograrse con esta organización que iniciamos. Si la inspiramos en cuando hemos dicho, el éxito está alcanzado, pero en caso contrario es inútil que trabajemos durante años y años tras una ilusión que nos resultará inalcanzable.
Por eso es que hay que llevar a todas partes de Chile estas ideas, con el objeto de lograr la formación de un organismo homogéneo.
¿En qué consiste la homogeneidad de este movimiento? En una cosa muy simple que los hombres a menudo olvidan. Conocer dónde vamos y qué es lo que queremos, es decir, realizar este movimiento que se analice a sí mismo y dé su razón de ser por el objetivo que persigue. Una acción absoluta de objetividad en la realización y concepción de todos nuestras cuestiones.
Para llegar a la unidad de eso sólo nos será necesario vivir la situación de la Nación, apreciar el lugar de conjunto de la mismo y los problemas que son comunes. De esa apreciación saldrá una misma resolución y una manera de resolver los problemas. Esto es lo que el movimiento alcanzará con su organización.
No hay Nada superior al Interés del Conjunto.
Cuando dentro de una fuerza política aparece una persona que quiere influenciar a un sector para formar otro grupo, es como cuando se produce una carie en una muela: hay que sacar la muela; no hay otro remedio.
Y ahí, precisamente, está el caso de la disciplina partidaria. Debe haber un organismo que son los Tribunales de Disciplina Partidaria cuando aparezca uno de estos hombres para quienes el interés personal prima sobre el interés de conjunto le aplique la condigna sanción: “ Señor, usted es personalista; usted quiere trabajar para sí; su lugar es otra parte y trabaje para usted”.
Señores: dentro de nuestro movimiento todos trabajamos para todos y no habrá cabida para aquel que quiera aprovechar el trabajo de los demás y trabaje para él.
Todo ello sin contar que a menudo estas personas forman cámaras negras de difamación de los propios compañeros organizados, preparando planes de cómo van a difamar a Zutano o a Mengano, para hacerle perder el ascendiente partidario y pasar ellos a primer lugar.
Eso no es una falta de disciplina partidaria; eso entra en los límites de la delicuencia, y está descartado que en nuestras fuerzas no pueden convivir tales delicuentes.
Se habla a veces de hombres que tienen grandes aspiraciones y aún de los que tienen ambiciones. Bien, Señores, nosotros tenemos nuestra manera de pensar. Nuestro movimiento si no tiene hombres con aspiraciones y aún hombres ambiciosos, porque ésa es una fuerza motriz que el género humano ha recibido de la Divina Providencia, unos en mayor grado y otros en menor grado. Quienes se conforma con su suerte o andar por entre las cosas que han creado los demás, es un mediocre. El ser con aspiraciones, que quiere crear cosas nuevas, que no se conforma con andar entre las cosas que han creado los demás, ese es el hombre.
Señores: lo que sí hay que agregar a esto, es que la ambición y la aspiración de los hombres han de ser, en primer término, justificadas, y para justificarlas, es necesario que esa ambición o esa aspiración la cumpla él con su trabajo constructivo y no para perjudicar o molestar a los que van junto a él.
Esta es una carrera, señores. Es una carrera en que cada uno corre por su andarivel, y el que tiene aspiraciones o ambiciones de ganar tiene que correr más ligero, pero no hacerle trampas a los de al lado.
Y, como las futuras autoridades del partido les toca hacer de jueces, a aquél que no corre por su andarivel o moleste al que corre al lado lo tenemos que descalificar, y lo hemos de descalificar inflexiblemente para poder afirmar la verdadera y única disciplina que debe reinar dentro de nuestro movimiento, es decir, la honradez en los procedimientos. Estamos de acuerdo en que se lucha para sobresalir, pero sobresalir por métodos honrados.
El Movimiento acoge a todos los hombres Sinceros y Honrados
Hay otro aspecto que también queríamos mencionar: nos referimos al de los prejuicios. Nuestro movimiento estará formado por hombres que lleguen a él desde los más diversos rumbos. Nosotros no preguntaremos de dónde vienen, sino que preguntaremos quiénes son y qué es lo que piensan y hacia dónde van. Esta debe ser una norma para nosotros, por que nuestra aspiración ha de ser que todos los chilenos que piensan como nosotros y que estuvieron equivocados honradamente se coloquen a nuestro lado para luchar, cualquiera sea su procedencia o cualquiera haya sido su equivocación. Nosotros, como un movimiento popular, no podemos “a priori” descartar a los hombres que sean honrados y decentes, vengan de donde vengan, sepan lo que sepan, sientan lo que sientan, siempre que estén de acuerdo en que es necesario ponerse a trabajar sin descanso para corregir los males de la Nación y para llevar nuestra tierra al puerto de gloria y de grandeza que cada uno de los chilenos bién nacidos debe desear para su patria.
Por eso nosotros realizaremos una política justa: una política de acercamiento de todos los hombres que puedan haber pensado de distinta manera que nosotros, siempre que vengan de buena fe a colaborar. Todas las fuerzas son utilizables en nuestro movimiento, si son nobles y leales, y todos los hombres serán bienvenidos si vienen con lealtad y con sinceridad a servir bajo nuestra bandera. Esta amplitud es la que nos a hacer triunfar. La historia de todos los movimientos del mundo demuestra que los movimientos colectivos fracasan cuando son sectarios y triunfan cuando se universalizan.
Esa debe ser nuestra concepción del movimiento. Todos deben venir a él con una condición: servirlo lealmente, pensando que dentro de este gran movimiento todo es posible y que todos pueden tener razón. Serán los hechos y la marcha los que nos irán indicando esa razón y también esos hombres discutirán nuestras propias doctrinas. Nosotros no seremos impermeables a la discusión, no queremos imponer, queremos proceder, y queremos proceder con los hechos que es el mejor procedimiento que puede utilizar el hombre.
Si nuestro movimiento, con una gran amplitud, sin sectarismos de ninguna naturaleza, sin coerciones que puedan ejercerse en ninguna forma, avanza por el camino ancho de la verdad y de la realidad, no tenemos nada que temer.
Si nos sectarizamos, iremos perdiendo paulatinamente la fuerza conque contaremos y nos convertiremos en un movimiento que vivirá en su torre de marfil, pero que no representará dentro de la Nación, el sentir del conjunto, transformándose en un pequeño organismo que marchará contra la corriente.
Los movimientos populares son también cuantitativos y en la selección de la especie humana es necesario tomar la totalidad de sus miembros, no seleccionando partículas de un pequeño sector que nada representa y que nada es.
Debemos dar una Lección de Unidad
No deseamos alargar más estos pensamientos. Solamente queremos hacerles llegar un consejo, que tenemos la obligación de darlo como los más viejos. En estas páginas y en los futuros congresos partidarios que realizaremos hemos de dar la sensación al país de que estamos unidos que pensamos de una misma manea, y que tenemos todos un mismo objetivo, y sobre todo, lo que tanto predicamos, o sea ser artífices del destino común y no instrumento de la ambición de nadie. Debemos demostrar que estamos de acuerdo y que vamos a trabajar por el bien de todos.
Por eso sería hermoso para nuestro movimiento, que en un futuro congreso al que concurran hombres y mujeres lleguemos a conclusiones exactamente iguales, en un acuerdo y una amistad que nos honra a todos.
Esa lección la debemos dar a todos los demás partidos y a los militantes de nuestro partido. Esa lección de unidad, tolerancia, lealtad y sinceridad para con nosotros mismos, será un ejemplo para la Nación, por otra parte con esta acción de conjunto, habremos dado un hermoso ejemplo a la ciudadanía chilena.
Muchas veces los congresos y todas las convenciones que se realizan terminan siempre mal. Nosotros seremos los primeros que terminaremos en una absoluta armonía y eso representará una conquista mayor que todas las demás conquistas que podamos obtener.
Lucharemos por una reforma social, económica y política que la vamos a hacer nosotros y la vamos a mostrar con nuestro propio ejemplo. Después seguirán las otras reformas.
Reforma del Derecho Chileno
Este año iniciaremos los estudios sobre la verdadera reforma del derecho chileno. Nuestro movimiento no debe estar pasivo sobre los últimos acontecimientos hay que reformar el orden social, el orden económico y el orden político. Es necesario consolidar estas tres etapas con la consolidación jurídica de nuestro movimiento. Esta reforma la tendremos con nuestros futuros parlamentarios en ambas Cámaras del Congreso Nacional.
Nuestro Futuro Partido llevará de candidatos a personas de nuestras filas en las próximas elecciones parlamentarias única manera de reformar la legislación en el orden social, orden económico y el orden político. Este año 2003 ha de ser de profundos estudios por nosotros en lo jurídico, el país debe tener una legislación más a tono con los días que vivimos.
Nadie ha encarado una reforma profunda sobre el derecho del trabajo, educación, salud y la Previsión. Hay que ir a la reforma de la legislación a fondo no agregando nuevos adornos, como un árbol de Navidad, con nuevas leyes y nuevas disposiciones que perjudican a la mayoría de los chilenos.
Esto, señores es lo que persigue este movimiento, que la reforma económica, social y política tiene que ser real y que llegue a los Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de Casa, Jóvenes y Estudiantes.
Luego ha de venir la reforma de la educación. Hemos de estudiar la instrucción básica, media, técnica y la universitaria, para ponerla a tono, porque sería incompleto que nosotros no tratáramos de instruir a nuestra juventud sobre estos temas.
Empezaremos por educar a los hombres y mujeres dentro de esta concepción doctrinaria, podremos a su alcance todos estos estudios, educándolos en la ciencia para servir al objetivo de la Nación con unidad de concepción y de acción.
Extenderemos estos estudios a la cultura para que las artes y las letras en nuestra tierra comiencen a fructificar en beneficios de los chilenos, para no ser los que nos conformamos con andar entre las cosas que otros crearon.
Este año 2003 hemos de dar un tono determinante a las reformas económicas y sociales para que sean ajustadas a las nuevas concepciones que consideramos de justicia por la gran mayoría de los chilenos.
Renacimiento chileno
Luego seguirán otros estudios, que tomaran todo el resto de las actividades nacionales. Y pensamos que este año 2009, y quizá en 2010, la Nación entera ha de iniciar un nuevo ritmo de marcha al influjo de todos esos cambios que es necesario se efectúen para que todos los hombres, mujeres y los organismos de la Nación se dirijan hacia un objetivo común de una manera similar y armónica. Si nuestro movimiento cumple esto, es probable que pase a la historia con el Renacimiento Chileno.
Y nosotros, en nuestro ambicioso objetivo, aspiramos a que ese Renacimiento Chileno sea la reestructuración de la Nación, política, soberana y económicamente libre.
En esta marcha, señores, no habrá fuerza que la pueda detener. Nuestro movimiento tiene que cumplir este objetivo y lo ha de cumplir solamente si nosotros, que representamos el sentir de la mayoría del pueblo chileno, lucharemos incansablemente por conseguirlo y tratando al mismo tiempo que cada uno de los elementos que constituyen esa masa luche también incansablemente detrás de igual objetivo.
Si realizamos esta labor de conjunto con la organización material de nuestras fuerzas, el éxito total está asegurado.
Nuestro movimiento político “LA VOZ DE CHILE”, conformado por Jubilados, Pensionados, Montepíadas, Mujeres, Trabajadores, Dueñas de Casa, Jóvenes y Estudiantes desean que nuestra patria tenga un gobierno social, económico y político para todos los chilenos.
Todos lo que respondan a nuestra bandera tienen la obligación de secundarnos, luchando incansablemente y con sacrificio si es necesario, para conseguir estos objetivos.
Estamos persuadido y lo esperamos, con las fuerzas de nuestro espíritu de ciudadano chileno, que cada uno sabrá cumplir con su deber.
MUCHAS GRACIAS
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
COORDINADOR NACIONAL
PARA MAYOR INFORMACION
COORDINADOR NACIONAL
SEÑOR
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
MOVIMIENTO POLITICO
“LA VOZ DE CHILE”
BOLETIN Nº 3/AÑO 2009
PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO POLITICO
“La Voz de Chile” –es un movimiento político democrático y nacionalista, que expresa y promueve los anhelos, las ideas y aspiraciones de los jubilados, pensionados, montepiados, mujeres, trabajadores, dueñas de casa, jóvenes y estudiantes de Chile dentro del marco ideológico del idealismo democrático; propugna un estado solidario, a base de libres decisiones de todos los chilenos, sus integrantes serán agente del desarrollo económico y social del país, se preocuparan de la redistribución del ingreso nacional , del aprovechamiento pleno y racional de los recursos nacionales y ver en que beneficia a los chilenos una economía liberal de mercado.
Con tales propósitos el movimiento político “La Voz de Chile” proclama y defiende los siguientes principios que norman su acción política:
UNA PATRIA JUSTA Y HUMANA
Renovado su fe en el destino histórico de la Patria, que cobije a una sociedad justas y humana en la que todos, por igual, puedan beneficiarse de la tierra, de la riqueza y de la cultura.
TERCER MUNDO
Porque anhela un país libre y soberano que supere los lazos de la dependencia externa y se mantenga unido y solidario a los países del Tercer Mundo y a todos los que quieran compartir su esfuerzo y su destino bajo el marco de un nuevo orden internacional, económico y social.
LA JUVENTUD
Ante la evidencia de que la juventud quiere una participación más activa y fecunda en los quehaceres del Estado, para forjar con su propio esfuerzo una vida mejor para todos los habitantes de la ciudad y del campo. Con la seguridad de que hay partidos políticos e instituciones caducas que no le ofrecen ni ideología ni participación, muchas veces ni siquiera un horizonte libre de corrupción y engaño.
LA MUJER
Convencida de que la mujer es eje y puntal de la sociedad chilena y que su esfuerzo y sacrificio deben ser compensados con igualdad de derechos y oportunidades, y sobre todo, con una participación mayor en las decisiones políticas, con más acceso a los cargos de la administración pública, a la educación, a las profesiones y a las artes.
LOS TRABAJADORES DEL CAMPO
Consciente de que el habitante del campo es quien sustenta la economía del país, produciendo los alimentos que consumimos y las materias que exportamos y que por sus propios derechos merece dignidad y bienestar, salud y educación.
LOS TRABAJADORES
Comprendiendo las aspiraciones y la vehemencia de la lucha de los trabajadores por un salario justo, vivienda, salud y previsión.
LOS BARRIOS
Tomando en cuenta que los barrios son la expresión psicológica de la comunidad, y que los barrios pobres de las ciudades del país operan como grupos sociales cuya organización debe perfeccionarse para que definan claramente su rol y que han elegidos sus líderes y han concretado explícitamente sus aspiraciones, generalmente bienes y servicios básicos, indispensables para su bienestar y dignidad.
LA CULTURA
Advertida de que la Nación se define por su historia, por su habitat y por su cultura, y que ésta por ser la expresión espiritual que sintetiza los valores de la sociedad nacional, debe ser desarrollada y enaltecida.
LAS ARTES
Reconociendo que la artesanía del país constituye un baluarte de producción y un patrimonio histórico de la cultura artística chilena, por medio de la cual se le ha reconocido en el ámbito mundial; cree necesario incentivar su habilidad y desarrollo de acuerdo con sus aspiraciones socioeconómicas y políticas, estableciendo un solo cuerpo de ley que unifique y proteja a los artesanos.
COMUNIDADES INDIGENAS
Considerando que las comunidades indígenas se le ha arrebatado su tierra y a estas comunidades campesinas constantemente se les perjudica de su herencia territorial, es menester que el Estado provea, en forma gratuita, de la tierra necesaria para las comunidades indígenas del Norte, Centro y Sur igualmente se garantice la propiedad de suficiente zona de protección de bosques a los grupos étnicos del Sur.
EL ANALFABETISMO
Tomando nota de que el analfabetismo no es equivalente a la ignorancia y que la cultura verbal es tan valiosa como la cultura escrita y que son falsas afirmaciones que suponen que la simple habilidad para descifrar un código es condición suficiente para tener acceso al bien y a la verdad.
LA EDUCACION
Tomando en cuenta que la educación debe ser reformada para que deje su naturaleza actual, vertical, autoritaria, meramente informativa y que se convierta en una educación en la formación de hombres y mujeres profesionales, con juicio crítico y reflexión suficiente para que nunca más puedan ser pasto de la demagogia, de la falacia y el engaño.
EL DEPORTE
Siendo el deporte la expresión sana de cuerpo y la mente del individuo es necesario apoyarlo a través de organismos eficiente y de ayuda directa.
VIOLENCIA
Considerando que los grupos de presión económica utilizan el lenguaje de una ideología de liberación con lo que pretenden proteger sus intereses, mientras usan la represión violenta contra los trabajadores y estudiantes que reclaman los mismos derechos y que el liberalismo económico y político es ventaja para los grupos dominantes y postergación y muerte para los grupos que reclaman.
LA ECONOMIA
Advirtiendo que los sistemas productivos, en su concepción actual, permiten la concentración de los bienes, de la riqueza y de los servicios en manos de carteles contrarios al interés del país y de las clases desposeídas; y de que es menester, por lo tanto, modificar sustancialmente los sistemas productivos, reconociendo que la propiedad puede ser privada, sino afecta al interés de la sociedad comunitaria, colectiva y estatal, y rechazando aquellas falacias que suponen que sólo el estimulo de la utilidad y el dinero son motores para la acción y para la búsqueda del bienestar.
JUSTICIA SOCIAL CON LIBERTAD
En suma, por la necesidad nacional, por los requerimientos de su destino histórico, porque es indispensable liquidar la corrupción, el caudillismo, la explotación y la opresión, porque debemos ser libres y soberanos, porque anhelamos un mundo justo y humano, por el imperio de la justicia social con libertad.
EL MOVIMIENTO POLITICO “LA VOZ DE CHILE”
En su primera reunión declaró constituido el movimiento político
“La Voz de Chile”, con la irrevocable misión de expresar y promover los anhelos, ideas y aspiraciones de los jubilados, pensionados. Montepiados, mujeres, trabajadores, dueñas de casa, jóvenes y estudiantes para lograr dentro del idealismo de unidad democrática, la creación de un nuevo estado, fundamentando en las decisiones y en la participación libre de todos los chilenos.
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
COORDINADOR NACIONAL
PARA MAYOR INFORMACION
COORDINADOR NACIONAL
SEÑOR
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
“LA VOZ DE CHILE”
BOLETIN Nº 3/AÑO 2009
PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO POLITICO
“La Voz de Chile” –es un movimiento político democrático y nacionalista, que expresa y promueve los anhelos, las ideas y aspiraciones de los jubilados, pensionados, montepiados, mujeres, trabajadores, dueñas de casa, jóvenes y estudiantes de Chile dentro del marco ideológico del idealismo democrático; propugna un estado solidario, a base de libres decisiones de todos los chilenos, sus integrantes serán agente del desarrollo económico y social del país, se preocuparan de la redistribución del ingreso nacional , del aprovechamiento pleno y racional de los recursos nacionales y ver en que beneficia a los chilenos una economía liberal de mercado.
Con tales propósitos el movimiento político “La Voz de Chile” proclama y defiende los siguientes principios que norman su acción política:
UNA PATRIA JUSTA Y HUMANA
Renovado su fe en el destino histórico de la Patria, que cobije a una sociedad justas y humana en la que todos, por igual, puedan beneficiarse de la tierra, de la riqueza y de la cultura.
TERCER MUNDO
Porque anhela un país libre y soberano que supere los lazos de la dependencia externa y se mantenga unido y solidario a los países del Tercer Mundo y a todos los que quieran compartir su esfuerzo y su destino bajo el marco de un nuevo orden internacional, económico y social.
LA JUVENTUD
Ante la evidencia de que la juventud quiere una participación más activa y fecunda en los quehaceres del Estado, para forjar con su propio esfuerzo una vida mejor para todos los habitantes de la ciudad y del campo. Con la seguridad de que hay partidos políticos e instituciones caducas que no le ofrecen ni ideología ni participación, muchas veces ni siquiera un horizonte libre de corrupción y engaño.
LA MUJER
Convencida de que la mujer es eje y puntal de la sociedad chilena y que su esfuerzo y sacrificio deben ser compensados con igualdad de derechos y oportunidades, y sobre todo, con una participación mayor en las decisiones políticas, con más acceso a los cargos de la administración pública, a la educación, a las profesiones y a las artes.
LOS TRABAJADORES DEL CAMPO
Consciente de que el habitante del campo es quien sustenta la economía del país, produciendo los alimentos que consumimos y las materias que exportamos y que por sus propios derechos merece dignidad y bienestar, salud y educación.
LOS TRABAJADORES
Comprendiendo las aspiraciones y la vehemencia de la lucha de los trabajadores por un salario justo, vivienda, salud y previsión.
LOS BARRIOS
Tomando en cuenta que los barrios son la expresión psicológica de la comunidad, y que los barrios pobres de las ciudades del país operan como grupos sociales cuya organización debe perfeccionarse para que definan claramente su rol y que han elegidos sus líderes y han concretado explícitamente sus aspiraciones, generalmente bienes y servicios básicos, indispensables para su bienestar y dignidad.
LA CULTURA
Advertida de que la Nación se define por su historia, por su habitat y por su cultura, y que ésta por ser la expresión espiritual que sintetiza los valores de la sociedad nacional, debe ser desarrollada y enaltecida.
LAS ARTES
Reconociendo que la artesanía del país constituye un baluarte de producción y un patrimonio histórico de la cultura artística chilena, por medio de la cual se le ha reconocido en el ámbito mundial; cree necesario incentivar su habilidad y desarrollo de acuerdo con sus aspiraciones socioeconómicas y políticas, estableciendo un solo cuerpo de ley que unifique y proteja a los artesanos.
COMUNIDADES INDIGENAS
Considerando que las comunidades indígenas se le ha arrebatado su tierra y a estas comunidades campesinas constantemente se les perjudica de su herencia territorial, es menester que el Estado provea, en forma gratuita, de la tierra necesaria para las comunidades indígenas del Norte, Centro y Sur igualmente se garantice la propiedad de suficiente zona de protección de bosques a los grupos étnicos del Sur.
EL ANALFABETISMO
Tomando nota de que el analfabetismo no es equivalente a la ignorancia y que la cultura verbal es tan valiosa como la cultura escrita y que son falsas afirmaciones que suponen que la simple habilidad para descifrar un código es condición suficiente para tener acceso al bien y a la verdad.
LA EDUCACION
Tomando en cuenta que la educación debe ser reformada para que deje su naturaleza actual, vertical, autoritaria, meramente informativa y que se convierta en una educación en la formación de hombres y mujeres profesionales, con juicio crítico y reflexión suficiente para que nunca más puedan ser pasto de la demagogia, de la falacia y el engaño.
EL DEPORTE
Siendo el deporte la expresión sana de cuerpo y la mente del individuo es necesario apoyarlo a través de organismos eficiente y de ayuda directa.
VIOLENCIA
Considerando que los grupos de presión económica utilizan el lenguaje de una ideología de liberación con lo que pretenden proteger sus intereses, mientras usan la represión violenta contra los trabajadores y estudiantes que reclaman los mismos derechos y que el liberalismo económico y político es ventaja para los grupos dominantes y postergación y muerte para los grupos que reclaman.
LA ECONOMIA
Advirtiendo que los sistemas productivos, en su concepción actual, permiten la concentración de los bienes, de la riqueza y de los servicios en manos de carteles contrarios al interés del país y de las clases desposeídas; y de que es menester, por lo tanto, modificar sustancialmente los sistemas productivos, reconociendo que la propiedad puede ser privada, sino afecta al interés de la sociedad comunitaria, colectiva y estatal, y rechazando aquellas falacias que suponen que sólo el estimulo de la utilidad y el dinero son motores para la acción y para la búsqueda del bienestar.
JUSTICIA SOCIAL CON LIBERTAD
En suma, por la necesidad nacional, por los requerimientos de su destino histórico, porque es indispensable liquidar la corrupción, el caudillismo, la explotación y la opresión, porque debemos ser libres y soberanos, porque anhelamos un mundo justo y humano, por el imperio de la justicia social con libertad.
EL MOVIMIENTO POLITICO “LA VOZ DE CHILE”
En su primera reunión declaró constituido el movimiento político
“La Voz de Chile”, con la irrevocable misión de expresar y promover los anhelos, ideas y aspiraciones de los jubilados, pensionados. Montepiados, mujeres, trabajadores, dueñas de casa, jóvenes y estudiantes para lograr dentro del idealismo de unidad democrática, la creación de un nuevo estado, fundamentando en las decisiones y en la participación libre de todos los chilenos.
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
COORDINADOR NACIONAL
PARA MAYOR INFORMACION
COORDINADOR NACIONAL
SEÑOR
MANUEL APABLAZA LASTARRIA
sábado, 10 de enero de 2009
Biografía de Don Jose Victorino Lastarria Santander
Nació en Rancagua, el 22 de Marzo de 1817, Era hijo de Don Francisco de Asís Lastarria y de Doña Josefina Santander A los 12 años ingresó al Liceo de Mora y permaneció en él hasta su clausura, en 1831. Pasó después al Instituto Nacional y en 1834 siguió el curso de estudios superiores que dictaba Bello; en 1839 se recibió de Abogado. Mientras era estudiante enseño geografía en el colegio del presbítero Romo. De ahí data su primer libro Lecciones de Geografía Moderna, en 1836. En Febrero de 1839 fue nombrado profesor en el Instituto Nacional, en la cátedra de Legislación y Derecho de Gentes. Desempeño esta cátedra, con algunas interrupciones, hasta 1860, trasladada del Instituto a la Universidad de Chile, cuando ésta se fundó.
. El desempeño de la cátedra le sirvió como una verdadera tribuna para exponer sus doctrinas liberales y embestir contra la reacción colonial y abogar por la reforma política. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Literaria de 1842 y del Círculo de Amigos de las Letras de 1859. En 1842 fundó el periódico “El Semanario de Santiago”. En 1844, Bello lo designó para que, de acuerdo con lo dispuesto en el Estatuto Orgánico de la Universidad, pronunciara el discurso sobre algún tema de la Historia de Chile en la primera sesión solemne de esa casa de estudios. Lastarria escogió para esta ocasión el tema: “Las Investigaciones sobre la Influencia Social de la Conquista y el Sistema Colonial de los Españoles en Chile”. En su conferencia, aparte de exponer sus teorías sobre la Filosofía de la Historia, renegó de toda la herencia española, que para él se hallaba perpetuada en la estructura política que consolidara Portales. Esta conferencia tuvo amplia difusión y sus ideas fueron acogidas con entusiasmo por la juventud. Por eso se dice que Lastarria fue el padre espiritual del Partido Liberal. Fue elegido Diputado suplente por Elqui y Parral, por el período 1843-1845. Se incorporó como representante de Parral al inicio del período y se retiró en Abril de 1845 por haberse incorporado aquel a quien suplía. En 1846 fue nombrado miembro de la Facultad de Filosofía y Humanidades.En 1849 fue elegido Diputado por Rancagua. Fue Diputado por Copiapó (1855-1858); por Valparaíso (1858-1861); por Quillota (1864-1867); por la Serena (1867-1870); nuevamente por Quillota (1870-1873); Senador por Coquimbo (1876-1879); Senador por Valparaíso, elegido en 1879, dejó el cargo por haber aceptado una misión diplomática en 1882.

9 de Julio al 2 de Diciembre de 1862; y al año siguiente Ministro Diplomático en Lima. Desempeño idéntico cargo en las Repúblicas del Plata y en el Imperio del Brasil en 1865; Ministro del Interior de Aníbal Pinto desde el 18 de Septiembre de 1876 hasta el 27 de Octubre de 1877. En 1879, declarada la guerra de Pacífico otra vez fue al Brasil con el objeto de asegurar la neutralidad de esta nación ante aquella guerra, y al cabo de su gestión volvió a Chile y reanudó las tareas judiciales de Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, para las cuales había sido nombrado en 1875. En 1883 fue promovido a la Corte Suprema y en 1887 jubiló en el ejercicio de ese cargo. En su desempeño Parlamentario se distinguió como un Orador Brillante. Como Ministro del Interior de Pinto obtuvo la reforma de la Ley de Imprenta; creó en la Oficina de Estadística una Sección de Geografía encargada del levantamiento de una Carta General de Chile; ordenó y concordó las Normas sobre Presupuestos; dictó el Reglamento de las Casas de Prenda. Como literato y estudioso de las ciencias sociales publicó, entre otras, las siguientes obras: Teoría del Derecho Penal, Elementos de Derecho Público Constitucional, Instituto de Derecho Civil, La América, Historia Constitucional del Medio Siglo, Juicio Histórico sobre Diego Portales, Estudio sobre los Primeros Poetas Españoles y otros.
Don José Victorino Lastarria Santander aparece entre las primeras figuras de la literatura chilena tanto por el caudal de su producción como por el aliento de progreso que en ella logró infundir. Comenzó a escribir en “El Nuncio de la Guerra”(1837), periódico establecido para comenzar las hostilidades contra la Confederación Perú-Boliviana, siguió en “El Diablo Político” (1839) y en “El Miliciano” (1841) y en “El Crepúsculo “ (1843), empleando ya la prosa, ya el verso y dando, aveces, forma de cuento a sus producciones. Y tanto es así que con la publicación de “El Mendigo”, en “El Crepúsculo”, ganó el Título de Primer Cuentista Chileno en el orden cronológico, que con notoria injusticia frecuentemente se le ha disputado. Entre 1844 y 45 fue redactor de “El Siglo” y en 1848 colaboro en la “Revista de Santiago”.
En su calidad de promotor de la literatura se le debe al discurso del 3 de Mayo de 1842, con el cual inauguró las actividades públicas de una SOCIEDAD LITERARIA fundada por sus alumnos del Instituto Nacional, las proposiciones cardinales de este discurso han sido desestimadas por la crítica, pero conserva entre ellas validez el intento hecho por Lastarria para obtener de sus jóvenes oyentes atención hacia la naturaleza del Nuevo Mundo y hacia los hombres que lo pueblan.

La obra más importante de Lastarria es el Libro Titulado “RECUERDO LITERARIOS”, publicado por primera vez en 1877. Aparecen allí retratados en forma elocuente y amena los principales escritores de Chile, desde Bello hasta los miembros de generaciones juveniles a quienes tanto el maestro caraqueño como el propio Lastarria abrieron el camino. Y aunque el autor se atribuye una responsabilidad en el desarrollo literario de Chile que la historia comparte con otros, y principalmente con Bello, el Libro es de interesante y útil lectura y contiene páginas de bella prosa.
Don José Victorino Lastarria Santander falleció en Santiago el 14 de Junio de 1888, después de breve enfermedad.
Manuel apablaza Lastarria
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